Bruce Springsteen regresa a los escenarios con un concierto político y explosivo
Bruce Springsteen, regresó a los escenarios en Toronto con un concierto post-electoral que fue una mezcla explosiva de rebeldía y catarsis. Su elección de “Long Walk Home” como canción de apertura, una plegaria por la lucha de su país, no fue casual. El tema, extraído de su álbum “Magic” del 2007, explora la decepción y la pérdida de libertad, decoro y libertades civiles en Estados Unidos, un sentimiento palpable en la actualidad.
Springsteen, un declarado defensor de Kamala Harris, no esquivó la política. Acompañado por la E Street Band, ofreció una interpretación electrizante de canciones cargadas de significado, como “Land of Hope and Dreams”, “Lonesome Day” y “The Promised Land”, mientras que “Darkness on the Edge of Town” resonó como una crítica al clima político actual. Su concierto fue un testimonio de la potencia de la música como vehículo de protesta y esperanza en tiempos de incertidumbre.