Sting: Parte 2
Sting y The Police se mudaron a Air Studios en Montserrat para comenzar a grabar lo que sería su último álbum de estudio, ‘Synchronicity’, a principios de 1983. El álbum fue precedido por el lanzamiento de un nuevo sencillo ‘Every Breath You Take’ que pasó inmediatamente al número uno a ambos lados del Atlántico y simplemente se quedó allí. Disfrazada como una canción de amor, la canción era todo lo contrario: su tema siniestro era uno de obsesión y vigilancia. Más de veinte años después, la canción es uno de los discos más reproducidos en la radio estadounidense con más de siete millones de reproducciones. Con una pista tan destacada, el álbum no podía fallar y ocupó el lugar que le correspondía en la cima de las listas mundiales cuando la banda comenzó una espectacular gira por estadios de los Estados Unidos, cuyo punto culminante fue un espectáculo con entradas agotadas en el Shea Stadium de Nueva York. Otros sencillos exitosos como ‘Wrapped Around Your Finger’, ‘King of Pain’ y ‘Synchronicity II’ ayudaron a mantener el éxito del álbum, pero a pesar de que el álbum obtuvo tres premios Grammy, la escritura estaba en la pared para The Police.
La relación tensa de la banda se estaba rompiendo lentamente y después del espectáculo en el Shea Stadium, Sting les dijo a los demás que era hora de tomarse un descanso. La gira ‘Synchronicity’ terminó en marzo de 1984 y los tres se fueron por caminos separados. Copeland a la música para películas, Summers a duetos de guitarra y jazz, y Sting inicialmente a la actuación
En junio de 1985, Sting lanzó su primer álbum en solitario ‘The Dream Of The Blue Turtles’ y fue una revelación. El nuevo material tenía una postura más política: ‘We Work The Black Seam’ trataba sobre la huelga de mineros, ‘Children’s Crusade’ con las drogas y ‘Russians’ con la satanización del comunismo en Occidente. Incluso escribió lo que denominó “una canción de antídoto” para “Every Breath You Take” en forma de “If You Love Somebody Set Them Free”. El álbum se estrenó en una serie de espectáculos en el Teatro Mogador de París, un período capturado en el documental de rock de Michael Apted “Bring On The Night”, y la banda estuvo magnífica. El éxito del álbum, una aparición en solitario en Live Aid y una gira mundial bien recibida fueron prueba de que Sting no necesitaba la red de seguridad de The Police: no solo había retenido una base de fans, sino que había comenzado a construir otra.