Michelle Pfeiffer ha revelado la increíble y sangrienta historia de cómo consiguió el icónico papel de Elvira Hancock en el clásico de 1983, Scarface. Según la actriz, fue un accidente con platos rotos, que terminó con Al Pacino herido, lo que finalmente convenció al legendario actor de que ella era la indicada.
En una reciente aparición en el podcast SmartLess, Pfeiffer recordó el largo y arduo proceso de audición. Aunque el director, Brian De Palma, la quería para el papel, Al Pacino no estaba convencido. “Al lo admitirá, pero él realmente no me quería para el papel”, confesó.
La actriz explicó que, tras una primera audición brillante, sus nervios la traicionaron en las siguientes pruebas. “En el transcurso de dos meses, me puse cada vez peor y peor, porque simplemente tenía miedo. Y al final, era mala”, relató. “No lo culpo [a Pacino]. Él simplemente pensaba: ‘[Ella] es mala'”.
“No me Importaba, Sabía que no Iba a Conseguir el Papel”
Después de que De Palma le dijera que no iba a funcionar, Pfeiffer se sintió aliviada de que el proceso hubiera terminado. Sin embargo, un mes después, la llamaron para una última prueba de cámara. “Me presenté y ya no me importaba nada, porque sabía que no iba a conseguir el papel”, recordó.
Irónicamente, esa actitud de despreocupación fue la clave. La escena a interpretar era la famosa explosión de Elvira en el restaurante. Liberada de la presión, Pfeiffer dio lo que considera “mi mejor trabajo de la película”.
El Accidente que lo Cambió Todo
Fue un accidente lo que selló el trato. “Barrí la mesa con los platos, los vasos se rompieron, los platos se rompieron, ¡corten!”, contó. “Hay sangre por todas partes. Todos corren hacia mí para ver dónde me había cortado. Bueno, no me corté yo. Corté a Al. Lo corté en el dedo o algo así“.
“Pensé: ‘Bueno, ahí se fue el papel'”, continuó. “Pero, en realidad, creo que ese fue el día en que [Pacino] dijo: ‘Sí, sí. Creo que, sí, no es mala'”.
La anécdota no solo revela la intensidad detrás de la creación de un clásico, sino que también demuestra cómo un momento de caos y sangre reales pudo convencer a una leyenda de que había encontrado a su pareja perfecta en la pantalla.




