Octubre tiene su propio sonido. Es un mes de transición, donde el aire se vuelve más fresco, las noches más largas y una atmósfera de misterio y nostalgia lo invade todo. Más allá de la noche de Halloween, el mes entero tiene una banda sonora que combina la diversión, el rock, el misterio y el inconfundible sonido de los años 80.
Si eres de los que crecieron con U2 o Dire Straits, sabes que la música debe tener atmósfera. Por eso, hemos creado el playlist definitivo para este octubre, una selección de himnos que no solo son perfectos para una fiesta de disfraces, sino para musicalizar todo el mes con esa energía que solo los clásicos pueden dar. Sube el volumen, porque esta es la banda sonora del otoño.
Los Himnos Ineludibles: La Fiesta y los Fantasmas
Hay canciones que son sinónimo de esta época, y ninguna playlist estaría completa sin ellas. La pieza central es, por supuesto, “Thriller” de Michael Jackson. Más que una canción, es un cortometraje de terror, una coreografía inmortal y una obra maestra que, 40 años después, sigue siendo el himno oficial de Halloween.
Justo a su lado, está el llamado que todos responden: “Ghostbusters” de Ray Parker Jr. Con su línea de bajo funky y su coro irresistible, es la canción que te hace sentir que puedes enfrentar a cualquier espectro con una sonrisa. A esta dupla se une “Somebody’s Watching Me” de Rockwell, el himno de la paranoia pop, con un coro cantado por el propio Michael Jackson que todavía hoy nos hace mirar por encima del hombro.
El Lado Oscuro de los 80: Post-Punk y Gótico
Octubre también tiene un lado más melancólico y atmosférico, y el sonido de los 80 es su mejor aliado. “Lullaby” de The Cure es, quizás, la canción de cuna más espeluznante jamás escrita, una telaraña de guitarras y susurros que te envuelve en una atmósfera de terror gótico.
Siguiendo esa línea, “Bela Lugosi’s Dead” de Bauhaus es el himno fundacional del rock gótico, una pieza minimalista y teatral de nueve minutos que rinde homenaje al Drácula original. Y para la fiesta de los muertos vivientes, ninguna canción supera a “Dead Man’s Party” de Oingo Boingo, una explosión de new wave con una sección de vientos demencial que te invita a bailar aunque ya no tengas pulso.
Rock Duro y Terror Cinematográfico
El rock también tiene su lugar en esta celebración. Las campanas fúnebres que abren “Hells Bells” de AC/DC son la introducción perfecta a cualquier noche de misterio, una dosis de poder y oscuridad que pone la piel de gallina.Y hablando de terror, es imposible ignorar la banda sonora que lo cambió todo. “Tubular Bells” de Mike Oldfield, inmortalizada por la película El Exorcista, es el sonido del miedo puro, una pieza progresiva que sigue siendo profundamente inquietante. A esta se une, en un espíritu más retro, el tema de ‘Stranger Things’, una obra maestra de sintetizadores que, aunque es moderna, encapsula a la perfección la esencia del terror de los 80.




