En 1973, Elton John lanzó su séptimo y más ambicioso álbum de estudio, ‘Goodbye Yellow Brick Road’. Lo que en ese momento fue una audaz declaración artística en formato de álbum doble, con el tiempo se convertiría en su obra magna, su disco de estudio más vendido y uno de los álbumes más venerados de la historia del rock.
Desde su icónica portada, que muestra a un Elton de lentejuelas entrando a un mundo de fantasía, el álbum es un viaje épico a través de la Americana, el glam rock, las baladas de piano y el pop. Es el testamento definitivo de la mágica asociación de composición entre Elton John y el letrista Bernie Taupin.
Un Desfile de Himnos Inmortales
Goodbye Yellow Brick Road es, esencialmente, un “grandes éxitos” en sí mismo. El álbum está repleto de algunas de las canciones más queridas y perdurables del artista, demostrando una explosión de creatividad sin precedentes.
Entre sus 17 pistas, se encuentran clásicos inmortales como:
- “Candle in the Wind”: Su emotivo tributo original a Marilyn Monroe.
- “Bennie and the Jets”: Un himno de glam rock con un sonido de falso directo que se convirtió en un éxito sorpresivo.
- “Goodbye Yellow Brick Road”: La majestuosa balada que da título al disco y que habla de abandonar las falsas promesas por un regreso a las raíces.
- “Saturday Night’s Alright for Fighting”: Una explosión de rock and roll puro y duro.
Un Legado de Reconocimiento Universal
El impacto del álbum fue inmediato y duradero. No solo fue un éxito comercial masivo, sino que fue aclamado por la crítica como la cumbre de su carrera. La revista Rolling Stone lo ha incluido consistentemente en su lista de los 500 Mejores Álbumes de Todos los Tiempos, y en 2003, fue incluido en el Salón de la Fama de los Grammy, un honor reservado para las grabaciones de mayor significado histórico.Hoy, 52 años después, Goodbye Yellow Brick Road sigue siendo una obra deslumbrante, la prueba irrefutable del genio de un artista en la cima absoluta de su poder creativo.




