En 1983, una canción con un irresistible sabor caribeño y un estribillo universal completó su ascenso a la cima del pop. “All Night Long (All Night)” de Lionel Richie alcanzó el número uno en la lista Billboard Hot 100, consolidando al artista como una de las superestrellas más grandes del planeta y dando al mundo un himno a la celebración que perdura hasta hoy.
La canción, escrita por Richie y coproducida junto a James Carmichael, no solo dominó las listas de pop durante cuatro semanas consecutivas, sino que también reinó en la lista de R&B durante siete semanas. El tema desplazó del primer lugar a otro éxito masivo de la época, “Islands In The Stream” de Kenny Rogers y Dolly Parton, demostrando el poder de su sonido crossover.
“All Night Long” fue el primer sencillo del álbum Can’t Slow Down, un verdadero gigante de las ventas. El disco se convirtió en el más vendido de la carrera de Richie, con ventas estimadas de 20 millones de copias en todo el mundo y una certificación de diez veces platino en Estados Unidos para finales de 1985.
El Secreto del “Lenguaje” Universal
Uno de los elementos más memorables de la canción es su cántico festivo: “Tom bo li de say di moi ya, yeah, jambo, jumbo”. Muchos se preguntaron por el significado de estas frases. En una entrevista de la época, el propio Lionel Richie explicó el misterio.
“Si intentas averiguar lo que significa, es como la mayoría de los cánticos de Bob Marley”, reveló Richie. “Realmente no significan nada, pero sabes lo que quieren decir, ¿entiendes? Es un viejo cántico jamaicano”. Richie creó intencionadamente un “lenguaje” que nadie entendiera literalmente, pero cuyo sentimiento de alegría y unión fuera universal.
Un Sonido Creado por Estrellas
Grabada en los legendarios estudios Ocean Way en Los Ángeles, la canción contó con un equipo de músicos de primer nivel. Entre ellos se encontraban el tecladista Greg Phillinganes en los sintetizadores y el percusionista Paulinho da Costa. En los coros, participó un joven y entonces desconocido Richard Marx, años antes de convertirse en una estrella por derecho propio.
Esta fusión de pop, R&B y ritmos caribeños, junto con su icónico y colorido video musical, convirtió a la canción en un pilar de la era de MTV.
De Hit de Radio a Himno Olímpico
El legado de “All Night Long” se cimentó de forma definitiva un año después, cuando Lionel Richie la interpretó ante una audiencia global de más de dos mil millones de personas en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Esa actuación transformó la canción de un simple número uno a un himno mundial de unidad y celebración, un estatus que mantiene más de 40 años después de su lanzamiento.




