La banda de rock alternativo Garbage subió al escenario de la Ópera de Sídney apenas unas horas después de que un atentado terrorista en Bondi Beach dejara al menos 12 muertos y casi 30 heridos. En una noche marcada por el dolor y la conmoción, la vocalista Shirley Manson ofreció un poderoso discurso sobre el amor, la intolerancia y la necesidad de detener la violencia.
La cantante reveló que la tragedia la había golpeado de cerca, ya que seis miembros de su familia cercana habían estado en Bondi Beach horas antes del ataque durante una celebración de Hanukkah.
“Nuestros Corazones están con las Víctimas”
Antes del concierto, Manson compartió un comunicado en la página de Instagram de la banda. “Nuestros corazones están con las víctimas y sus familias sobrevivientes, que ahora están lidiando con una pérdida y un dolor inconmensurables”, escribió.
Su mensaje fue una condena contundente a todas las formas de odio: “Al diablo con todo este vil antisemitismo. Al diablo con la islamofobia. La matanza tiene que parar“.
Un Discurso de Unidad en Tiempos de Odio
Ya en el escenario, frente a un público que buscaba consuelo en la música, Manson reflexionó sobre el estado del mundo. “Este se ha convertido en un mundo asombrosamente aterrador, violento, odioso e intolerante”, dijo a la multitud. “Creo que lo único que realmente podemos hacer, como personas que no creemos en toda esta separación y esta intolerancia, es tratar de profesar nuestro amor los unos por los otros“.
“Hemos sido una banda que siempre ha creído que somos un solo pueblo bajo un mismo sol”, añadió. “No importa a qué Dios adores, el color de tu piel, tu género, tu orientación sexual… Todo es tan jodidamente estúpido. Tenemos gente en el poder diciéndonos que nos odiemos, que nos destruyamos unos a otros”.
Un Cambio Simbólico en el Setlist
Para honrar el momento, la banda tomó una decisión de último minuto y cambió su repertorio. Por primera y única vez en su gira por Australia, interpretaron la canción “Fix Me Now”, un tema de su álbum debut de 1995, cuya letra resonó con una fuerza particular esa noche.
La actuación de Garbage en Sídney no fue solo un concierto; fue un acto de resiliencia, un llamado a la unidad y una demostración del poder sanador de la música en los momentos más oscuros.
