Un día como hoy, 9 de diciembre de 1989, una de las canciones más inusuales y ambiciosas de la historia del pop alcanzó la cima. “We Didn’t Start the Fire” de Billy Joel comenzó un reinado de dos semanas en el número uno de la lista Billboard Hot 100, convirtiéndose en un himno generacional y en una vertiginosa cápsula del tiempo musical.
La canción es un torbellino de historia, una lista de 118 eventos, figuras y términos culturales que marcaron el mundo entre 1949 (el año de nacimiento de Joel) y 1989. Desde la televisión hasta la Guerra de Corea, desde Marilyn Monroe hasta los talibanes, la canción es un denso y trepidante resumen de 40 años de historia mundial.
Una Conversación que Encendió la Llama
La inspiración para esta obra maestra lírica provino de una conversación casual. Durante una sesión de grabación, Billy Joel, entonces de 40 años, conoció a un amigo de 21 años de Sean Lennon. El joven se quejó de los problemas del mundo, declarando: “Es un momento terrible para tener 21 años”.
La frase resonó en Joel, quien inmediatamente recordó el mundo en el que él tenía 21 años, una época marcada por la Guerra de Vietnam y la agitación social. Se dio cuenta de que cada generación enfrenta sus propias crisis y que los problemas del presente son una continuación de un fuego que ha estado ardiendo durante mucho tiempo. Así nació la idea de la canción: no como una queja, sino como una declaración de continuidad histórica.
Más que una Canción, una Enciclopedia Pop
Musicalmente, “We Didn’t Start the Fire” es tan única como su letra. Con sus versos de frases rápidas y casi habladas, que van enumerando los eventos en orden cronológico, y un explosivo estribillo de rock de estadio, la canción rompió el molde de un éxito pop tradicional.
El tema se convirtió en el sencillo principal de su álbum de 1989, Storm Front, y le valió a Joel su tercer y último número uno en el Hot 100. La canción fue nominada a tres premios Grammy, incluyendo la prestigiosa categoría de Grabación del Año.
El icónico video musical, que mostraba a una familia a través de las décadas mientras su cocina se transformaba con cada evento, se convirtió en un pilar de MTV y ayudó a cimentar el estatus de la canción como un fenómeno cultural.
Más de 35 años después, “We Didn’t Start the Fire” sigue siendo una de las creaciones más audaces y reconocibles de Billy Joel, una lección de historia de cuatro minutos que demostró que el pop también podía ser un poderoso documento social.




