Un día como hoy, 4 de diciembre de 1981, cinco mujeres de la escena punk de Los Ángeles tomaron por asalto la preparatoria Palos Verdes High School para filmar un video musical de bajo presupuesto que se convertiría en un manifiesto de alegría y energía para toda una generación. Ese día, The Go-Go’s grabaron el icónico video de “We Got the Beat”, un clip que no solo las catapultó al estrellato, sino que ayudó a definir la estética de los primeros días de MTV.
La premisa era simple: la banda irrumpe en la escuela, se sube al escenario del gimnasio y desata una fiesta de rock and roll tan contagiosa que hasta los profesores terminan bailando. Esa energía cruda y esa espontaneidad fueron la clave de su éxito.
El Sonido de una Nueva Generación
“We Got the Beat” es la destilación perfecta del sonido de la banda: una mezcla efervescente de pop melódico, la energía del punk y las vibraciones del surf rock de California. La canción se convirtió en el himno de su álbum debut, Beauty and the Beat, un disco que rompería barreras y haría historia.
En una industria dominada por hombres, The Go-Go’s lograron algo sin precedentes: se convirtieron en la primera banda compuesta íntegramente por mujeres, que escribían sus propias canciones y tocaban sus propios instrumentos, en alcanzar el número uno en la lista de álbumes de Billboard.
Un Video que Capturó la Magia de MTV
Filmado en los albores de MTV, el video de “We Got the Beat” no necesitaba efectos especiales ni grandes presupuestos. Su encanto residía en su autenticidad. Mostraba a Belinda Carlisle, Jane Wiedlin, Charlotte Caffey, Gina Schock y Kathy Valentine como lo que eran: una banda de amigas divirtiéndose y haciendo música increíble.
El video se convirtió en un pilar de la rotación de MTV y presentó al mundo una nueva cara del rock: una que era divertida, accesible y liderada por mujeres que no pedían permiso para estar en el escenario.
Más de cuatro décadas después, el video de “We Got the Beat” sigue siendo una cápsula del tiempo perfecta, un recordatorio de tres minutos de la emoción pura y la promesa del pop de los 80, capturada para siempre en un gimnasio de Los Ángeles.
