Con un Premio Nobel, un Pulitzer, un Oscar y diez Grammys en su haber, parecería que a Bob Dylan le quedan pocos honores por recibir. Sin embargo, el legendario bardo ha sumado un nuevo y prestigioso galardón a su carrera: un doctorado honorario del Berklee College of Music, en reconocimiento a su “extraordinaria influencia en la música moderna” y su “compromiso de por vida con la exploración creativa”.
Lo más sorprendente de este nombramiento es que marca la primera vez en 55 años que Dylan recibe un honor de este tipo por parte de una universidad estadounidense, desde que la Universidad de Princeton le otorgara uno en 1970.
“Una Agradable Sorpresa”
Fiel a su estilo lacónico y con un toque de ironía, Dylan comentó sobre el reconocimiento en un comunicado: “Gracias, Berklee College of Music, por otorgarme este prestigioso honor. Qué agradable sorpresa,” declaró.
Luego, añadió una reflexión con su característico ingenio: “Quién sabe qué camino podría haber tomado mi carrera si hubiera tenido la fortuna de aprender de algunos de los grandes músicos que enseñaron en Berklee. Es algo en lo que pensar.”
Un Legado que se Estudia en las Aulas
Matt Glaser, director artístico del Programa de Música de Raíces Americanas de Berklee, explicó por qué la institución decidió honrar a Dylan. “Bob Dylan ha pasado toda una vida aprendiendo, absorbiendo y transformando cada tradición de la canción estadounidense, y Berklee se esfuerza por enseñar toda la música que Dylan ama,” dijo. “Su profunda inmersión en el blues afroamericano es paralela a gran parte del plan de estudios de Berklee.”
Con este doctorado, Dylan se une a un panteón de leyendas de la música que también han sido honradas por Berklee, incluyendo a Duke Ellington, Aretha Franklin, Quincy Jones, Joni Mitchell, B.B. King, Ringo Starr y Loretta Lynn.
El reconocimiento llega en un momento en que la influencia de Dylan, a sus 84 años, sigue siendo tan relevante como siempre, no solo como músico, sino como el poeta que elevó la letra de la música popular a la categoría de alta literatura, un logro que fue finalmente cimentado con su Premio Nobel de Literatura en 2016.




