Mucho antes de la Casa Blanca y los mítines políticos, Donald Trump ya era una figura que inspiraba… canciones de rock. En una de las anécdotas más extrañas y poco conocidas de la historia de la música, se ha confirmado que la legendaria banda de hard rock, AC/DC, escribió una canción navideña en 1990 inspirada directamente en el entonces magnate inmobiliario.
La canción en cuestión es “Mistress for Christmas” (Una Amante para Navidad), un tema incluido en su exitoso álbum de regreso, The Razor’s Edge.
Inspiración de los Titulares de Tabloides
La inspiración llegó en un momento en que Trump dominaba los titulares de la prensa sensacionalista. En 1990, su romance con la modelo Marla Maples mientras aún estaba casado con su primera esposa, Ivana, era el escándalo del momento.
Desde la distancia, los miembros de AC/DC observaban el circo mediático y se preguntaron cómo sería ser un playboy millonario en Navidad. “Esa canción es sobre Donald Trump”, confirmó el propio guitarrista Angus Young en una entrevista con Guitar World. “Él era una gran noticia en ese momento, así que pensamos que nos divertiríamos un poco y le pondríamos algo de humor”.
Campanas Navideñas con Riffs de Hard Rock
El resultado fue una canción que es puro AC/DC, pero con un toque festivo. A pesar de incluir el sonido de campanas navideñas y referencias a la temporada, la banda no suavizó su característico sonido. La canción mantiene los rugientes riffs de guitarra y la aullante voz de Brian Johnson.
La letra, intencionadamente exagerada y humorística, describe el deseo de un estilo de vida de lujo y excesos: “Me gusta la forma femenina con un vestido mínimo / Dinero para gastar con una S mayúscula / Conseguir una cita con la mujer de rojo / Quiero estar en el Cielo con tres en la cama”.
El Patito Feo de un Álbum Legendario
The Razor’s Edge fue el álbum que devolvió a AC/DC a la cima del rock, gracias a himnos inmortales como “Thunderstruck” y “Moneytalks”. Sin embargo, “Mistress for Christmas” siempre fue una rareza polarizante en el disco.
Considerada por el propio Angus Young como “la canción más divertida del álbum”, nunca fue tomada demasiado en serio por la banda. De hecho, sigue siendo una de las pocas canciones en toda la discografía de AC/DC que nunca han tocado en vivo.
Esta extraña joya navideña es un testimonio del irreverente sentido del humor de una de las bandas más grandes del rock, y una cápsula del tiempo de una era en la que Donald Trump era simplemente el protagonista de los tabloides.




