Sting: Parte 1
Nacido el 2 de octubre de 1951 en Wallsend, al noreste de Inglaterra, la vida de Gordon Sumner comenzó a cambiar la noche en que un compañero músico de los Phoenix Jazzmen vio su suéter de rayas negras y amarillas y decidió rebautizarlo como Sting. Sting pagó sus primeras cuotas tocando el bajo con los conjuntos locales The Newcastle Big Band, The Phoenix Jazzmen, Earthrise y Last Exit, el último de los cuales presentó sus primeros esfuerzos en la composición de canciones. Last Exit eran grandes en el noreste, pero su fusión de jazz estaba condenada al fracaso cuando el punk rock explotó en la escena musical en 1976. Stewart Copeland, baterista de Curved Air, vio Last Exit en una visita a Newcastle y mientras la música no hizo nada por él sí reconoció el potencial y carisma del bajista. Los dos se conectaron poco después y, en cuestión de meses, Sting dejó su trabajo como profesor y se mudó a Londres.
Al ver el punk como una bandera de conveniencia, Copeland y Sting, junto con el guitarrista corso Henri Padovani, comenzaron a ensayar y buscar conciertos. Siempre hombre de negocios, Copeland tomó el nombre de The Police pensando que sería una buena publicidad, y los tres comenzaron a tocar en lugares emblemáticos del punk como The Roxy, Marquee, Vortex y Nashville en Londres. Reemplazando a Padovani con los talentos virtuosos de Andy Summers, la banda también inscribió al hermano mayor de Stewart, Miles, como manager, cautivándolo con una canción de Sting llamada ‘Roxanne’. En cuestión de días, el hermano de Copeland les consiguió un contrato discográfico. Pero la prensa musical moderna de Londres vio a través del camuflaje punk de The Police e hizo poco para disimular su desprecio, y los primeros lanzamientos de la banda no tuvieron éxito en las listas de éxitos. Así que The Police hizo lo impensable: se fueron a Estados Unidos.