Lou Pearlman: La mente detrás de los Backstreet Boys que se convirtió en un estafador
El nuevo documental de Netflix, “Dirty Pop: The Boy Band Scam”, explora la compleja historia de Lou Pearlman, un gerente de talentos que alcanzó la fama en los años 90 al formar algunas de las bandas juveniles más exitosas de la música pop, como los Backstreet Boys y *NSYNC. A pesar de su éxito, la trayectoria de Pearlman fue ensombrecida por múltiples problemas legales que culminaron en su condena por un gigantesco esquema Ponzi que lo llevó a la bancarrota y a dar deudas superiores a 300 millones de dólares.
Pearlman nació el 19 de junio de 1954 en Nueva York y se interesó en la industria musical desde joven, en parte por su parentesco con Art Garfunkel. En la década de 1990, trasladó su empresa de dirigibles a Florida, donde formó los Backstreet Boys tras realizar una búsqueda de talentos. Su éxito le permitió manejar otras bandas como *NSYNC y O-Town, pero también atrajo la atención de sus clientes, quienes lo demandaron por fraude y malversación de fondos. A partir de ahí, su vida profesional comenzó a desmoronarse, exponiendo su papel como estafador.
En 2008, Pearlman fue condenado a 25 años de prisión por lavado de dinero y otros delitos relacionados con su esquema Ponzi. A pesar de su encarcelamiento, mantuvo una postura defensiva sobre su conducta ilegal, viéndose a sí mismo como una víctima de sus circunstancias. Pearlman falleció el 19 de agosto de 2016 debido a problemas de salud mientras cumplía su condena, dejando un legado complicado que sus ex-clientes, como los integrantes de *NSYNC, reconocen con sentimientos encontrados.