Interpretando la estrategia de Mazda: CX-3 hecha en México
Imparable, así viene la estrategia de Mazda en el país, ya que México es uno de sus mercados más importantes y donde existe producción de la armadora –pocos muy pocos la tienen– y luego de ver durante la pandemia cómo se reducían sus inventarios, llevamos algunos meses de resurgimiento de la estrategia comercial e industrial de Mazda.
Con Mazda CX-3 busca aumentar su participación de mercado
Están decididos a lograr la máxima participación de mercado que históricamente han tenido. Confirman la producción de Mazda CX-3 en la planta de Salamanca que, por cierto, arrancó sus operaciones en 2014 y ya ha llegado a producir más de un millón de unidades. Es un hecho histórico por parte de la armadora y de confianza en la manufactura de esa planta.
El proyecto no es solo “otro auto a ensamblarse” es mucho más, ya que el plan consta de 15 mil unidades al año, que serán exclusivas en este momento para el mercado mexicano, algo inusual en manufactura cuando se producen en cantidades mayores y orientados a exportación. Es justo ahí donde la estrategia comercial que estamos leyendo de la armadora en el país cobra velocidad, produciendo en México un vehículo en uno de los segmentos de más demanda, pudiendo hacer seguramente una especificación exacta a lo que el cliente necesita y estar tan cerca de sus distribuidores, los inventarios vuelven a crecer y vuelven a penetrar justo en el área donde se esperan muchas ventas.
Mazda va por mucho más
Aunado a esto la reciente alineación de precios del Mazda2, dejando los equipamientos y seguridad intactos, pero más competitivos en el mercado, dejan productos en los mercados más jugosos en el país, hechos en México a disposición de los clientes y, con suficientes cantidades para que Mazda vaya por mucho más.
La planta con esa flexibilidad de ensamblar sedanes, dos puertas y SUVs es un ejemplo de manufactura en la corporación y con el volumen que conseguirán, seguramente estaremos como filial entregando resultados que, en otros pocos, muy pocos mercados la marca puede entregar.
Así que Salamanca, la localidad en la que está la planta donde de manera directa hay 5 mil 200 empleos, casa del Mazda2, Mazda3 y ahora CX-3 gracias a los 60 millones de dólares que se le han invertido para esta última y más empleos, hoy será un motor esencial para las ventas en el país, donde espere ver la participación de mercado crecer gracias a estos productos y otros que nos traerán en menos de 24 meses como la CX-50.
Presente en los segmentos que más crecen
Así le están dando la vuelta a los meses de cero inventarios, donde estaban planeando más producción, mayor competitividad y más vehículos hechos en México. Ahora pasan a competir de frente en los segmentos que más crecen en el país, hoy el juego se llama tener inventarios para cerrar bien el año y si el distribuidor Mazda hizo bien su trabajo en servicio y refacciones en la pandemia, hoy los nuevos llegarán a manos llenas. Felicidades al equipo de Miguel Barbeyto, Presidente de Mazda de México y a todo el nuevo equipo.