David Gilmour: El líder involuntario de Pink Floyd y su búsqueda por la colaboración
David Gilmour nunca se sintió completamente a gusto ocupando el papel de líder de facto de Pink Floyd tras la salida de Roger Waters en 1985, lo que marcó el fin de la era clásica de la banda. A pesar de haber sido un miembro crucial junto a Waters y Nick Mason, Gilmour se encontró en una posición incómoda como líder. Reconoció que prefiere un enfoque más colaborativo en lugar de asumir el control completo, algo que se evidenció en el regreso de Richard Wright para ayudar a aligerar su carga. A pesar de los desafíos, los álbumes posteriores como “A Momentary Lapse of Reason” y “The Division Bell” demostraron que Pink Floyd aún podía tener éxito, aunque no alcanzaron las mismas alturas artísticas de la era Waters.
En una reciente conversación, Gilmour reflexionó sobre el impacto perdurable de Pink Floyd, sorprendiendo por cómo la banda no se desvaneció con el tiempo, como suele suceder con otros grupos. Su experiencia como miembro de la banda fue maravillosa y siente que ha logrado mantener viva la esencia de Pink Floyd hasta el presente. Además, Gilmour está programado para una gira en apoyo a su próximo álbum, “Luck and Strange”, con conciertos en Italia y Londres antes de regresar a Estados Unidos, donde realizará sus primeros shows en vivo en ocho años.